Cómo decorar con plantas

En cualquier lugar se puede colocar  una planta, pero no cualquier planta. Son «objetos vivos» que necesitan condiciones ambientales determinadas. Además para conseguir un buen resultado decorativo, hay que seguir algunas normas estéticas.

 

 

 

 

Las plantas grandes y frondosas sólo se pueden colocar en espacios amplios si no queremos que el vegetal robe los pocos metros que disponemos.

Pero aunque contemos con una gran casa hay que evitar la sensación de bosque: basta con dos o tres por habitación. Éstas deben colocarse en el suelo, porque una planta de gran tamaño subida a una mesa, estantería, etc., solo ofrecerá al nivel de los ojos su maceta.

Las plantas de tamaño mediano se pueden situar en cualquier lugar donde no se pierdan o queden aisladas. Las que sean mas pequeñas siempre deben colocarse encima de «algo», ya que en el suelo están destinadas al mas absoluto anonimato.

Cuando las plantas se colocan en alto, sus ramas u hojas deben ser colgantes. Sobre las baldas inferiores de una librería o en una mesa baja se pueden situar plantas medianas o pequeñas, ya que el ángulo de visión las abarca completamente.

Las plantas lucen mucho más cuando forman un conjunto, no demasiado uniforme ni recargado, de diferentes tamaños, colores, alturas, clases y macetas. La combinación dependerá del espacio con que contemos, del ambiente que deseemos crear, etc. Un grupo atractivo para una zona luminosa se forma con una planta de gran tamaño, un par de macetas medianas y algunas pequeñas.

Pero las plantas no solo son objetos ornamentales. Se pueden utilizar para resolver numerosos problemas de distribución, rincones difíciles de decorar y espacios tristes y fríos. Son una excelente solución para separar dos ambientes, porque crean sensación de amplitud y frescor.