Incluso en los espacios más estrechos y alargados pueden surgir salones impresionantes. Claro está que el proceso decorativo será más complicado, siempre lo es cuando escasean los metros, pero de vez en cuando está bien tener algún reto que ponga a prueba nuestra creatividad.
Las cinco claves de este artículo te servirán como punto de partida para la decoración de salones, aunque hay algunas que también te pueden ir bien en otras situaciones.
Ideas para decorar un salón rectangular
Crear las zonas de tráfico
La disposición de los muebles en cualquier salón es siempre el mayor dolor de cabeza, y si se trata de un espacio rectangular pues entonces más. La clave está en no pasar por alto que tiene que existir una zona de tráfico o al menos suficiente espacio para atravesar el salón sin ir chocando con los muebles o tener que esquivarlos.
Con este fin lo más recomendable es distribuir todos los muebles a un lado del salón y dejar el otro libre para el paso, como si se tratase de un pasillo. Si no te es posible lograr esta configuración, entonces puedes intentar que el camino cruce la habitación en forma de X. Esta segunda distribución puede resultar un tanto más compleja, porque demanda un mayor uso de esquineros y otros recursos para aprovechar el espacio disponible, pero al fin y al cabo es otra alternativa.
Minimizar el número de muebles
Aunque pudiera parecer obvio, uno de los errores más comunes que se comete a la hora de amueblar es precisamente querer incluir demasiados muebles. Aunque creas el espacio físico te lo permite, el resultado final puede ser desastroso y dar al traste con toda la decoración.
En lugar de intentar colocar demasiados muebles, debes elegir los que proveen múltiples funciones y un mayor espacio de almacenamiento. Esta clave es fundamental para cualquier salón, pero en especial los que tienen limitaciones en cuanto a forma o tamaño.
Colocar los muebles contra las paredes
En salones espaciosos se recomienda colocar los muebles separados de las paredes y lo más cerca posible entre ellos, de manera que se cree un ambiente íntimo y propicio para la conversación. En salones rectangulares a menudo no tenemos suficiente espacio horizontal para darnos este lujo, por lo que lo más recomendado es tener todas las partes traseras de los muebles contra las paredes.
Por supuesto siempre existen excepciones como en el caso de las mesas de café que tienen su lugar en el centro de la estancia. Tocaría entonces pensar un poco mejor la forma de crear el área de conversación, de manera que se pueda hablar cómodamente sin tener que torcer el cuello o gritar.
Romper con la forma rectangular
Los salones que son particularmente largos y estrechos poseen una sensación visual de “túnel” o “bolera”, que en ocasiones es difícil de contrarrestar. Tu mayor baza para estos casos serán los muebles circulares. Este tipo de muebles funcionan muy bien cuando se quieren romper las líneas rectas de los salones rectangulares, además de que pueden aportar una mayor sensación de amplitud.
Las alternativas van desde mesas de café circulares, mesas camillas redondas, otomanas, etc. Para los accesorios también aplica esta regla, las lámparas colgantes redondas son ideales para romper con la longitud de un salón.
Aprovechar el espacio vertical
El espacio en vertical puede ser un aliado poderoso en salones con forma rectangular, al igual que en los salones más pequeños. Para ello se hace imperativo comenzar a pensar en vertical, de manera que se aproveche cada metro disponible a lo largo de las paredes.
Las paredes pueden utilizarse para colocar muebles multifuncionales, grandes estanterías o baldas flotantes. De igual manera si utilizamos lámparas de pared o apliques en lugar de las de pie, podemos obtener un extra de espacio en el suelo.
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